Si alguna vez te has despertado en una cama desconocida junto a una persona que después de los efluvios etílicos del fin de semana no te parece precisamente la más adecuada, te gustará esta novela. Sin caer en manidos clichés, Javier Giner retrata un mundo desolado, donde no hay espacio para la esperanza. Una novela más que perturbadora y muy recomendable.